Rediseñar una página web requiere de bastante planificación, y una inversión considerable, por lo que no es una decisión ligera que se toma porque “no te gusta cómo se ve” ó “te parece que ya tiene demasiado tiempo”. ¿Cómo saber cuándo rediseñarla entonces? Aquí te dejamos 6 indicadores clave.
Una página web necesita actualizaciones constantes en los contenidos, para mantener al día la información sobre tu negocio, y dar la imagen que deseas a tus usuarios y potenciales clientes.
Un rediseño web, por otro lado, consiste en cambiar totalmente ciertos aspectos de tu página, tales como el orden de los contenidos, la personalidad de la marca, el diseño de las interfaces, entre otros.
Tomar la decisión de rediseñar tu página es algo que se debe hacer cuidadosamente, pues requiere de bastante planificación, y una inversión considerable. No se debe llegar a la conclusión de un rediseño simplemente porque “no te gusta cómo se ve” ó “te parece que ya tiene demasiado tiempo”.
¿Cómo saber cuándo debes rediseñarla entonces?
Lo primero que debes hacer es una evaluación de tu sitio, pues será la única manera de conocer la salud de tu página. A continuación te dejamos una lista de los criterios que debes tomar en cuenta al realizar dicha evaluación.
Las páginas web responsive son aquellas que se adaptan a la pantalla de distintos dispositivos (laptops, celulares y tablets).
Es muy importante que le des a tus clientes la facilidad de ingresar y navegar por tu web desde cualquier dispositivo. Si, por ejemplo, te das cuenta que al entrar a tu web desde tu celular, se mueven y cortan los textos, se desconfiguran los botones clickeables, o debes desplazarte de una forma incómoda, esto significa que tu página no es responsive, y deberás hacer algo para solucionarlo.
Si un usuario está visitando tu página por primera vez, no se quedará a averiguar cómo funciona. Si deseas convertir a los usuarios en clientes, asegúrate que su experiencia en tu página sea lo más sencilla posible.
Esto está relacionado con la arquitectura y el diseño de la página. Puede que tú entiendas perfectamente la ruta de navegación de tu página, y cómo debes llegar a cada una de las secciones, e interactuar en ellas.
Sin embargo, ten en cuenta que muchos de tus usuarios llegarán a tu página de casualidad y, probablemente, sin ningún conocimiento de tu servicio o industria.
Puedes utilizar las métricas para analizar:
Además, puedes pedirle a personas externas a tu empresa que ingresen por primera vez a tu página, y te indiquen cuál es su ruta de navegación, y qué dificultades encuentran en el camino.
Si ves que encuentran demasiados inconvenientes en navegar, o que simplemente no llegan a las páginas de destino más importantes, esto es un buen indicador de que necesitas hacer un rediseño ya, y poner énfasis en el diseño UX.
Tal como mencionamos al inicio, una cosa es actualizar unas cuantas fechas, un poco de texto y un par de imágenes de forma continua, y otra muy diferente, tener todo el contenido general desfasado.
No basta con tener simplemente un montón de posts de blogs, o múltiples proyectos con gran cantidad de información. Para conseguir visitas de nuevos usuarios, y la obtención de leads potenciales, el contenido debe:
Como lo vimos en el apartado anterior, la velocidad es uno de los aspectos de SEO, ya que los motores de búsqueda lo toman en cuenta para la experiencia de los usuarios.
Sin embargo, muy aparte de que no te favorece en el posicionamiento, también afecta a la navegación, por lo cual lo hemos considerado como un factor de peso aparte.
Ten presente que un usuario que entra por primera vez a tu página y aún no ha percibido el valor, no tendrá problema en escapar rápidamente si es que el texto o las imágenes no cargan dentro de los primeros 5 segundos.
Cuando los usuarios hacen click en tu página, o en una landing específica, pero se quedan 0 segundos en ella, incrementa la tasa de rebote. Puedes ver tus estadísticas en Google Analytics, y determinar qué tan alta es tu tasa de rebote. Esta puede ser un buen indicador de qué tan lenta es tu página.
Todos los factores que hemos mencionado pueden medirse con un análisis detallado de la web, y pruebas evaluadas a personas externas a la organización. Sin embargo, también hay otra forma de determinar si algunos aspectos de tu web ya quedaron obsoletos y necesitan un rediseño. Y esta forma es a través del análisis de métricas.
Nuevamente, para analizar las métricas, puedes recurrir a varias herramientas, de las cuales la más popular es Google Analytics.
Fuente: Google
Con esta herramienta podrás analizar desde cuántas visitas tienes a una determinada landing page de tu sitio en un periodo de tiempo, hasta cuáles son las características demográficas de tu audiencia.
Hay algunas métricas que deberás chequear constantemente cómo están evolucionando:
Finalmente, los objetivos de tu página web irán cambiando a medida que cambien los de tu empresa. Por lo tanto, si tienes grandes cambios en dichos objetivos respecto de la versión actual de tu página, debes hacer un esfuerzo y alinear ambos.
Aquí hay algunas razones por las cuales puedes requerir un rediseño en base al cambio de objetivos de la web:
No existe una regla universal para saber cuándo deberías rediseñar tu página web. Sin embargo, analizar las 6 señales anteriores puede darte una muy buena referencia de cómo está la salud actual de tu página web, y qué aspectos deberían mejorarse.
Si encuentras que 2 o más aspectos de los mencionados acerca de tu página, están funcionando menos de lo esperado, deberás empezar a considerar un rediseño.
No olvides que tu página web está diseñada para ser un amplio soporte de tu negocio real. Si esta no está cumpliendo los objetivos de conversión, tus esfuerzos actuales se están yendo al agua. Por el contrario, una página web robusta y bien diseñada podrá encaminar tu negocio en la dirección que deseas, y moverse por sí misma a atraer nuevos leads.