¿Qué puede aprender un hub de innovación en una conversación con un músico? ¡Más de lo que crees! En el marco del décimo aniversario de LIQUID, tuvimos una entrevista con Mateo Ledgard, músico fundador de las bandas Temple Sour y Colectivo Waykicha. Reflexionamos a profundidad sobre lo duro que es crear algo nuevo y los vínculos humanos necesarios para generar valor para las personas.
Todos tenemos vidas distintas, sin embargo, existe una experiencia colectiva que nos conecta. Es bajo esta premisa que podemos entender las necesidades y los dolores de las personas para ofrecer productos o servicios de valor. Si bien tenemos distintos perfiles, podemos aprender de fuentes distintas a la hora de inspirarnos para ser creativos e innovar. Por tal motivo, Javier Reyes, Service & Product Design Lead, entrevistó a Mateo de Temple Sour y Colectivo Waykicha. Te compartimos las reflexiones de esta interesante conversación.
No importa si eres diseñador, músico, emprendedor, publicista u otro; si vas a crear algo de valor para otras personas, necesitas empatía. Mateo nos cuenta que ha hecho canciones basadas en experiencias hipotéticas que él no ha tenido. Parte de su inspiración surge conociendo las emociones de otras personas, del entendimiento con su sentir.
Justamente, esta empatía de artista se puede compartir con otros creadores de contenido como nosotros. A la hora de crear productos o servicios, ten en cuenta los pains presentes en las experiencias ajenas. Solo así puedes crear algo que logre conectar con esa necesidad profunda que genere satisfacción real en el cliente.
Sería bonito que podamos decir que con tan solo amar lo que hacemos es suficiente para que el trabajo sea una fuente de motivación en sí misma, pero no es así. Crear algo nuevo es un proceso muy duro que requiere de motivación constante. Por eso, si bien admite que él mismo sigue en proceso de aprendizaje, Mateo nos cuenta qué le ha funcionado para seguir generando contenido.
En primer lugar, hay que ser flexible. Las cosas siempre cambian y lo que funciona en un momento deja de funcionar en otro, así que cuando un método deja de funcionar, hay que adaptarse. Y esta adaptabilidad no implica cambiar de un camino normativo hacia otro. Hay que reconocer que eres humano y hacer lo que mejor te funciona. Si ves que la competencia está haciendo cosas interesantes y eso te motiva a mejorar, ¡genial! Si sientes que poniéndote plazos de entrega te ayuda a cumplir tus propios objetivos, ¡hazlo! Por otro lado, no hay que temerle a experimentar. Si funciona o no, lo importante son los aprendizajes que puedas hallar.
En segundo lugar, hay que afrontar el miedo constante de fallar. Cuando creamos, damos algo de nosotros y esto fácilmente nos aterra. Mateo compara esta experiencia con el camino del héroe, que debe salir de su mundo ordinario y cómodo para enfrentarse al desconocido y así volver. En este ciclo infinito, hay que forzarte a tener una rutina disciplinada, estilo «fake it ‘till you make it», porque para crear hay que aprender a avanzar cargando este miedo que nunca desaparece del todo. Algo que ayuda cuando dejas de confiar es rodearte de personas que confíen en ti y en el valor de lo que haces.
La adaptabilidad es muy útil hoy en día con la infinidad de recursos que nos ofrece la tecnología. Mateo nos cuenta de los cientos de ejemplos propios o ajenos de músicos que han creado música desde el interior de sus casas con tan solo instrumentos y aplicaciones como Pro Tools. Temple Sour, por ejemplo, grabó videos en la pandemia con los recursos limitados. Empresas con presupuesto reducido, ni más que decir de corporaciones, pueden ingeniárselas para crear a bajo costo.
Como mencionamos anteriormente, Mateo nos habló del valor de la flexibilidad para no estancarse a la hora de crear. Para experimentar, ayuda conectar con tu niño interior para no tomarse las cosas tan en serio y poder acceder a una fuente muy útil de curiosidad. Es en momentos de descanso o relajo en los que suelen aparecer las mejores ideas. Para Mateo, redactar ensayos, salir con amigos y estudiar filosofía son actividades fuera de su trabajo que generan ideas que luego puede implementar en sus creaciones.
Si bien hablamos mucho de probar cosas nuevas, no olvides que la creatividad es el balance fino entre pensamiento divergente y convergente. Esas ideas sueltas hay que aterrizarlas y manifestarlas en el mundo real. Si aplicas al pie de la letra el dejar de lado un método cuando no te funciona, podrías caer fácilmente en la trampa de rendirte ante el primer inconveniente. El experimentar te dará el criterio para distinguir entre cuándo debes probar cosas nuevas y cuándo persistir en el mismo camino.
Recuerda que hay personas con experiencia en cada camino que tomes, así que siempre que puedas consultar a expertos, ¡aprovecha!
Por los 10 años de LIQUID como hub de innovación, nos dimos el lujo de probar algo nuevo y estamos muy agradecidos de haberlo hecho, así que estamos entusiasmados por haber compartido esta experiencia contigo. En este contexto tan apresurado, es muy valioso tomarse una pausa para la introspección, ya que así le damos nuevo valor a nuestro trabajo, nuevo valor que podemos compartir con nuestras creaciones.
Tal como lo hicimos con Mateo, te alentamos a conectar con personas de diferentes perfiles para colaborar. Fue muy grato descubrir cómo un artista, tan distinto a nuestro perfil organizacional, reveló que compartía nuestros valores LIQUID de adaptabilidad, asertividad y creatividad.
Para Mateo, ¡gracias por esta experiencia! Y para ti, por tu tiempo y curiosidad, te deseamos lo mejor en tu camino creativo. Si llegaste hasta aquí supongo que te interesó lo que compartimos. En ese caso, ¡no dudes en experimentar con otros de nuestros artículos, recurrir a nuestros servicios o incluso formar parte de nuestra familia LIQUID! En cualquier caso, te acompañamos en tu camino para aprender y crear.
¡Hasta la próxima!